lunes, 15 de julio de 2019

SANTA CLARA, MDCLXXXIX – MMXIX


Buenos días Santa Clara. La medianoche anuncia tu onomástico. La luna creciente muestra su joroba perfecta, su luz ; la luz que envuelve el comienzo de un día y que al llegar el alba, se entrega radiosa para celebrar tus largos años. Buenos días Santa Clara. La mañana anuncia un lunes de vítores y regocijos. La alegría de un 15 de julio trescientas treinta veces nacido. Gracias Santa Clara, que fuiste humilde villorrio, gloriosa por naturaleza, pueblo nuevo en épocas de polvos, pueblo entre ríos y ciudad grácil todavía envuelta en su inocencia. Santa y Clara, mujer bruja capaz de hechizar, enamorada del susurro que trae la brisa viniendo del Capiro, ensimismada y coqueta, desaliñada peinando canas. Gracias remedianos, que son manantial y estirpe de nuestra longeva villa. Gracias tierra sabanosa y fértil que tantas mujeres y hombres alumbrastes, y que hicieron de tí, terruño, hogar y sepultura. Año cero, sueños y esperanzas de nuestros antecesores. Mil seiscientos ochenta y nueve, naciste bendecida con el amargor del tamarindo. Mil setecientos ochenta y nueve, ajenos a la toma de la Bastilla, los casi siete mil poblanos de la villa, llevaban adelante urbanidad y fomento rural. A los doscientos años de fundada, en mil ochocientos ochenta y nueve, además de pueblo, te erigiste en provincia. Hombres y mujeres de talla y talento se empeñaban en hacerte grande, en hacerte fuerte. Lloramos de alegría aquellos que disfrutamos juntos la celebración de tu tricentenario, el mundo convulso, convulsos nosotros, el muro desmoronándose apenas tres meses más tarde. Todos no tendremos la dicha de felicitarte en el 2089,  por ello, mientras podamos, años tras año, cada quince de julio te diremos, Gracias Santa Clara.©cAc-2019