Cuántas veces hemos escuchado que “el piso de mi casa es de baldosas” o que “los mosaicos del zaguán han ido perdiendo el color”. Indistintamente vivimos y caminamos sobre pisos tapizados. En Cuba, el común de los comunes conoce de baldosas y conoce de mosaicos. La producción de mosaicos decorativos revolucionó a mediados del siglo XIX cuando la industria desarrolló la técnica productiva de los mosaicos usando moldes para los diseños y prensas para solidificarlos. Las prensas manuales dieron paso a las prensas hidráulicas, y la fabricación de baldosas, mosaicos y losetas se desarrolló rápidamente. Para entonces, Cuba decoraba los pisos de sus casas con baldosas y losetas hidráulicas importadas de España mayoritariamente, pero también de Francia, Italia e incluso de Turquía. Cuando México se dotó de la novedosa técnica, muchos de los mosaicos comenzaron a importarse del país azteca. Pero no había finalizado el siglo XIX cuando Cuba introdujo la técnica. En 1886 comenzó la experimentación para fabricar las baldosas o losetas hidráulicas y ya durante la primera década del siglo XX, la industria manufacturera del mosaico estaba afianzada en La Habana. La capital contaba con cuatro grandes fábricas y una docena de pequeñas y medianas industrias. En el interior del país, pequeños propietarios elaboraban mosaicos y baldosas para colmar la demanda en las ciudades más importantes. Las familias solventes de Santa Clara no escaparon al arte de tapizar sus pisos, y desde que decidían importantes renovaciones de sus casas, el pedido de mosaicos no tardaba. Las casas que sufrieron transformaciones en el XIX, renovaron sus pisos, pisos que ya tienen más de cien años y que son aún hermosos. Estos mosaicos pueden apreciarse en muchas casas de las calles viejas del centro de la ciudad de Marta. Aunque también podemos encontrarlos en casas aisladas en barrios aledaños al centro, y también en la periferia de la ciudad. En lo adelante, y mientras me alcancen las baldosas y los mosaicos, iré tapizando los pisos de este blog con aquellas que han resistido mi paso, que me han visto vivir durante años, o que he descubierto en la ciudad del Bélico y en otros pueblos villaclareños…[los mosaicos y baldosas aparecerán en la página www.casanovacarlos.blogspot.com ] ©cAc
Imagen de la izquierda, detalles del piso de una sala en una casa de la calle Alemán, SC.
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