Los cubanos todos, vivamos en la isla o vivamos allende los mares, tenemos un himno, un escudo y una bandera, como el resto de los mortales de la constelación de países. Y hasta tenemos, -por filiación y otras especificidades-, un segundo himno, y otra bandera. Los tres símbolos principales representan la isla en que nacimos, ya sea en una Exposición Universal, en un Mundial de pelota o en los Juegos Olímpicos. Himno y bandera ocupan la supremacía en estos eventos. El escudo, tiene otra magia, otras funciones, es un sello de identidad nacional, no de nacionalismo. Igual sucede con los símbolos de una provincia o de una ciudad, caracterizadores de la identidad regional, y no por puro regionalismo. Y precisamente, quiero referirme en este primer post del 2010, a la heráldica villaclareña.
No sería este post comprensible, si no dejáramos establecido, -para aquellos que no los conocieran-, ciertos datos que nos proporcionarían un soporte histórico social. De ahí que recordemos que Santa Clara fue fundada en 1689, por un grupo de familias, de profundas convicciones religiosas, que buscaban un lugar donde radicarse en paz, en pos de cierta prosperidad. Que esa fundación fue llevada a cabo en una isla descubierta 197 años antes, conquistada, colonizada, y poblada por europeos, que poco a poco fueron haciendo “patria” en ella. Patrias chicas, porque la grande todavía no había sido puesta en el corazón de los que -sin preguntárselo seguramente, la construían. Un grupo de vecinos remedianos se encomendó a Santa Clara, y fundaron a la gloria de la patrona, el villorrio que indistintamente se llamó Gloriosa Santa Clara, Cayo Nuevo, Villa Nueva de Santa Clara del Cayo, Pueblo Nuevo de Antón Díaz y tal como se llama en la actualidad, simplemente Santa Clara. Sin embargo, la región indígena denominada Cubanacán, que era un vasto espacio geográfico en el centro de la isla, fue dividiéndose en jurisdicciones, y aquella que fuera Remedios se convirtió en la jurisdicción de Santa Clara, también conocida como Villa Clara. Provincia, Tenencia, Gobernación, siempre del lado de Occidente aunque manteniendo su centralidad. En la región central de la isla estaban asentadas dos (Trinidad y Sancti Spíritus) de las siete primeras villas fundadas entre 1511 y 1515. Luego nació San Juan de los Remedios, que dio lugar a Santa Clara, y así sucesivamente, durante los siglos XVIII y XIX. La región central, abundante en poblaciones, comenzó a ser nombrada la región de las villas, sin embargo, la provincia se denominaba “de Santa Clara”, nombre que mantuvo hasta 1940, y desde entonces fue oficializada como Provincia de Las Villas, una de las seis provincias del país. Con el cursar del tiempo y la historia más reciente, Las Villas fue perdiendo parte de su territorio. Primeramente perdería toda la península de Zapata, -anexada a Matanzas, que ganaría salida hacia los mares del sur-, y luego en 1976, con una nueva división político-administrativa, se desgajaría en tres provincias (Cienfuegos, Sancti Spíritus y Villa Clara). Con la división, Villa Clara se conformó de trece municipios, siendo Santa Clara, cabeza de municipio y capital provincial. Con esta división, Sancti Spíritus ganó salida hacia el Atlántico por la costa norte, y Villa Clara fue decapitada del territorio que la avecinaba con Camagüey, y cuya frontera natural era el río Jatibonico.
No sería este post comprensible, si no dejáramos establecido, -para aquellos que no los conocieran-, ciertos datos que nos proporcionarían un soporte histórico social. De ahí que recordemos que Santa Clara fue fundada en 1689, por un grupo de familias, de profundas convicciones religiosas, que buscaban un lugar donde radicarse en paz, en pos de cierta prosperidad. Que esa fundación fue llevada a cabo en una isla descubierta 197 años antes, conquistada, colonizada, y poblada por europeos, que poco a poco fueron haciendo “patria” en ella. Patrias chicas, porque la grande todavía no había sido puesta en el corazón de los que -sin preguntárselo seguramente, la construían. Un grupo de vecinos remedianos se encomendó a Santa Clara, y fundaron a la gloria de la patrona, el villorrio que indistintamente se llamó Gloriosa Santa Clara, Cayo Nuevo, Villa Nueva de Santa Clara del Cayo, Pueblo Nuevo de Antón Díaz y tal como se llama en la actualidad, simplemente Santa Clara. Sin embargo, la región indígena denominada Cubanacán, que era un vasto espacio geográfico en el centro de la isla, fue dividiéndose en jurisdicciones, y aquella que fuera Remedios se convirtió en la jurisdicción de Santa Clara, también conocida como Villa Clara. Provincia, Tenencia, Gobernación, siempre del lado de Occidente aunque manteniendo su centralidad. En la región central de la isla estaban asentadas dos (Trinidad y Sancti Spíritus) de las siete primeras villas fundadas entre 1511 y 1515. Luego nació San Juan de los Remedios, que dio lugar a Santa Clara, y así sucesivamente, durante los siglos XVIII y XIX. La región central, abundante en poblaciones, comenzó a ser nombrada la región de las villas, sin embargo, la provincia se denominaba “de Santa Clara”, nombre que mantuvo hasta 1940, y desde entonces fue oficializada como Provincia de Las Villas, una de las seis provincias del país. Con el cursar del tiempo y la historia más reciente, Las Villas fue perdiendo parte de su territorio. Primeramente perdería toda la península de Zapata, -anexada a Matanzas, que ganaría salida hacia los mares del sur-, y luego en 1976, con una nueva división político-administrativa, se desgajaría en tres provincias (Cienfuegos, Sancti Spíritus y Villa Clara). Con la división, Villa Clara se conformó de trece municipios, siendo Santa Clara, cabeza de municipio y capital provincial. Con esta división, Sancti Spíritus ganó salida hacia el Atlántico por la costa norte, y Villa Clara fue decapitada del territorio que la avecinaba con Camagüey, y cuya frontera natural era el río Jatibonico.
La heráldica de Santa Clara
El primer escudo de la ya titulada ciudad, aparece hacia 1887, cuando José Machado, conocido por sus correligionarios como “Pepe”, dona al Ayuntamiento de Santa Clara un blasón esculpido en mármol de Carrara (izq.). Este escudo fue colocado en el Despacho de la Alcaldía, en el palacio municipal construido como ayuntamiento en 1922. El blasón lleva en su parte superior una corona compuesta por cuatro torres, en alusión evidentemente a la dependencia de la isla a la corona española. El cuerpo del escudo está dividido en dos partes, una superior alusiva a la patria (tierra y árboles) y a la religión (la cruz); y la parte inferior, infiere la familia como tercera divisa (bohío, árbol y sembrados). Las tres divisas están inscritas en una cinta que envuelve al blasón. Ahora bien, cabe señalar, que este primer escudo de la ciudad tiene como origen, aquel que fuera diseñado para la jurisdicción, y que fue conocido como escudo de Villa Clara, en el cual aparecen representadas las tres divisas y la subordinación a la corona de los reyes católicos (der.).
El primer escudo de la ya titulada ciudad, aparece hacia 1887, cuando José Machado, conocido por sus correligionarios como “Pepe”, dona al Ayuntamiento de Santa Clara un blasón esculpido en mármol de Carrara (izq.). Este escudo fue colocado en el Despacho de la Alcaldía, en el palacio municipal construido como ayuntamiento en 1922. El blasón lleva en su parte superior una corona compuesta por cuatro torres, en alusión evidentemente a la dependencia de la isla a la corona española. El cuerpo del escudo está dividido en dos partes, una superior alusiva a la patria (tierra y árboles) y a la religión (la cruz); y la parte inferior, infiere la familia como tercera divisa (bohío, árbol y sembrados). Las tres divisas están inscritas en una cinta que envuelve al blasón. Ahora bien, cabe señalar, que este primer escudo de la ciudad tiene como origen, aquel que fuera diseñado para la jurisdicción, y que fue conocido como escudo de Villa Clara, en el cual aparecen representadas las tres divisas y la subordinación a la corona de los reyes católicos (der.).
Para la Feria-Exposición de 1889, la ciudad utilizó un escudo diseñado por Francisco Hernández, “Pancho”. El escudo, de líneas austeras, está dividido en cuatro partes. En la parte superior izquierda, Una torre castellana advierte nuevamente la dependencia a la corona española y hasta me permitiría decir que el autor del escudo, nos remite con la torre a una prisión fortificada. La divisa Patria, Religión y Familia está sugerida en los dos paños de la derecha, y aparece escoltando al bohío, una palma real. En la parte inferior izquierda del escudo, el autor trae a la memoria, en una figura de leyenda, los tres animales que por ordenanza no debían faltar en las viviendas, en los tiempos de la fundación: gallo, perro y gato. En 1892, visitaron la Isla los infantes Doña Eulalia de Borbón y Don Antonio de Orléans, coincidiendo con el cuarto centenario del descubrimiento de la isla. El escudo de Santa Clara, exhibido en La Habana(izq.), fue autoría de Camilo Valdés, y siguió la misma línea austera del diseñado por Francisco Hernández. Al interior del escudo, y sin divisiones, pueden interpretarse las tres divisas. La Patria es un cañaveral; la cruz, aunque no fue diseñada como tal, está claramente representada debajo de la corona, y la noción de Familia lo representa el bohío, la propiedad determinada por una cerca, y como riqueza para la familia, el árbol. El último escudo de la ciudad(der.), también finalizando el siglo XIX, es obra de Catalá. Este escudo es muy similar al diseñado por José Machado. El cuerpo del escudo es menos trabajado, a diferencia de la corona, cuyas cuatro torres son bien laboradas. Patria, Religión y Familia, son legibles sobre la cinta que envuelve al blasón. La ciudad lo adoptó como heraldo en la Sesión del Concejo celebrada el 26 de julio de 1894, después de una propuesta presentada por Alejandro J. Ruíz y Miguel A. Torrens, concejales del Ayuntamiento. Veinticuatro años más tarde, el 9 de marzo de 1918, en sesión edilicia, el escudo de Catalá fue ratificado como símbolo heráldico de Santa Clara.
El escudo actual oficial de la ciudad de Santa Clara, tiene mucho que ver en su forma, con aquel de 1887, y también en su contenido. Mantiene por ejemplo, la corona, aunque nada nos ligue actualmente a los designios de sus majestades, los Reyes de España. Si bien puede leerse Patria, Prosperidad en lugar de Religión, y Familia, los dibujos interiores del blasón nos remiten a la divisa original. Saltan a la vista la Patria y la Familia, y si observamos la llave, que es la isla en el golfo, notaremos que el mango de la misma representa una cruz, que por tanto nos remite a la divisa Religión. Dos ramas se entrecruzan y bordean al escudo, una de olivo, la otra de laurel, dos árboles que antaño abundaran en el territorio villaclareño. Este escudo forma parte de la bandera de Villa Clara. De líneas depuradas, y continuador de la historia heráldica de Santa Clara, es aquel escudo diseñado para representar al municipio de Santa Clara en el exilio(abajo izq.). Al interior de una esfera, el escudo muestra las divisas ancestrales: la Patria, la Religión y la Familia. Existe un escudo, poco conocido, y que representara a la Provincia de Las Villas(abajo der.). No tengo datos referentes a su autor y época de realización, pero nos lleva a pensar que fue diseñado en los inicios de la década del 1960. Escudo de líneas simples sobre un mazo de varas, coronado por un gorro frigio rojo, alegoría a la libertad, y tocado de una estrella, la de nuestra bandera, y entrecruzado de dos ramas de olivo. Las divisas Religión y Familia están ausentes de este escudo, y la Patria abarca todo el simbolismo: las franjas de la bandera como rayos que irradia la estrella, un arado, noción de la riqueza agrícola, un central, alusión a la industria azucarera, árbol, río, cielo y prados…
De manera que, tanto la ciudad, como posteriormente la provincia, se dotaron cada una de un blasón identificativo en consonancia con sus instancias representativas, pero que evidentemente coinciden en sus principios de identidad regional. Ambos han sido utilizados por escultores, pintores y maestros del vitral, para decorar monumentos de figuras relevantes de la historia, para identificar instituciones, o simplemente para dar testimonio de la fuerza de nuestras divisas ancestrales. Los dos escudos están estrechamente relacionados, y los artistas los han trabajado imprimiéndole sellos particulares, que para observadores no atentos, todos son el mismo escudo, y no siempre es así. El escudo esculpido más antiguo fue el donado por José Machado al Ayuntamiento de la ciudad en 1887, y fue trabajado en mármol de Carrara. En 1922 fue colocado en el Despacho de la Alcaldía. Al desaparecer el ayuntamiento como institución municipal a raíz de los cambios operados en 1959, no se tiene noticias del blasón de marras. En la fachada principal del antiguo Palacio Provincial, actual Biblioteca Provincial José Martí, puede apreciarse un escudo (1) compuesto de dos cuarteles, que hacen alusión a la entidad provincial. El escudo está sostenido por un mazo de varas, y guarnecido de dos ramas de laurel. En la que fuera la Cámara de Sesiones, -hoy Sala Caturla, el escudo local (2) aparece junto al de todos los municipios que conformaban la provincia de Santa Clara, en el friso que anilla el recinto entre las molduras superiores que decoran los muros y las molduras del techo. Esculpido en bronce por el escultor francés Auguste Maillard, en 1918, el escudo (3) está situado en el paño frontal de la base del monumento erigido a la ilustre benefactora de la ciudad, Marta Abreu de Estévez, en el Parque Leoncio Vidal (La plaza parque…(proyecto de “parque republicano”)).
El cuarto escudo (4) realizado data de 1919, está situado en el Parque de la Pastora, en la parte derecha de la pirámide del monumento al patriota villaclareño Miguel Gerónimo Gutiérrez, y es obra del escultor italiano Ugo Luisi. Nuestro blasón (5) también hace parte del monumento erigido en el Parque del Carmen (El Tamarindo de la Loma del Carmen), a la memoria de las familias fundadoras de la villa, en el lugar que se ofició la primera misa. La obra es del escultor Boabdil Ross, y data de 1951. Un año más tarde, vería la luz el escudo (6) que realizara sobre piedra el maestro I. Córdova, para el monumento construido a la memoria del patriota Ramón Leocadio Bonachea, situado en la esquina de la calle Independencia y Virtudes. También en bronce, obra de Mario Santí, el escudo provincial (7) acompaña aquellos de las otras provincias cubanas, incorporados al interior del monumento que guarda los restos mortales del apóstol José Martí, situado en el cementerio Santa Efigenia de la ciudad de Santiago de Cuba, concebido por el arquitecto Jaime Benavent, en 1951. El hermoso vitral situado en el Palacio de Justicia (la Audiencia de Santa Clara) construido en el primer cuarto del siglo XX, lleva incorporado el escudo provincial (8). El acceso a esta espléndida obra de cristalería se revela un poco tortuoso, no siendo así aquel situado en la catedral de Santa Clara. En efecto, el escudo (9) ocupa el centro del vitral incorporado sobre la puerta principal del edificio religioso. La pintura mural representando los monumentos patrimoniales de Santa Clara, y que adorna la pared de fondo de El Salón de Exposiciones (Parque y Buenviaje) de la ciudad, -que yo diría anónima porque no está firmada, tiene incorporada en su parte superior derecha el blasón (10), con las transformaciones actuales. Fuera del territorio cubano, encontramos el escudo (11) de la ciudad de Santa Clara en la Cité Universitaire de Paris, situado en uno de los muros laterales de La Casa de Cuba en la Ciudad Universitaria de Paris, construida en 1932 a expensas de la Fundación Grancher, y cuyo arquitecto fue Albert Laprade. ©cAc-2010.
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