Homenaje a un pasado trigal? Es lo que pudiera sugerirnos el mosaico incrustado en uno de los dos muros de ángulo del espacio público situado en la esquina de las calles Colón y Síndico. Un canto pictórico al trigo, que fuera un renglón agrícola importante en los campos villaclareños, un canto al pan, que se elaboraba en las innumerables tahonas de la villa. Es lo que me sugiere personalmente el conjunto pictórico del mosaico elaborado en el 2000 por Artill, el artista encargado de la obra. La esquina no me trae ningún recuerdo. Nunca me he sentado en sus bancos. Y está situada además en una de las vías principales de la ciudad, porque la calle Colón, desde el sur, allá donde comienza la avenida Marta, o viniendo del este o del oeste por la carretera Central, es uno de los principales accesos al Parque Vidal. El parquecito en cuestión, como llamamos los pilongos a esos espacios públicos nacidos del deterioro y de calamidades, puede ser una pausa en el ajetreo cotidiano de los pasantes. Da sombra una majagua, dan luz dos o tres lámparas y dan reposo los bancos verdes hechos de aleaciones y cuyos brazos se fracturan con un golpe. La majagua como sólido árbol, sobrevive a los periodos de seca y se nutre de las lluvias tiernas o violentas que caen sobre los adoquines de la ciudad. Sin embargo, no puedo retenerme y preguntarme (a manera de crítica, obviamente!) por qué a esos minúsculos oasis de esquina les cuesta tanto trabajo revestirse de verde, de flores, de colorido? No bastan los colores del mosaico, digo yo. Los canteros con tierra reseca, las arecas escuálidas, el polvo y el cisquillo volátil del estiércol de caballo omnipresentes… ©cAc
…un paseo en el tiempo, una mirada atrás para recordar calles y muros con sus tristezas y alegrías, los inicios polvorientos, la hora de los adoquines, del desorden, de las ingratitudes y de las esperanzas que se forjan escudriñando el viaje lento de una hoja flotando en las aguas del Bélico…
viernes, 28 de octubre de 2011
miércoles, 26 de octubre de 2011
Baldosas & Mosaicos
Cuántas veces hemos escuchado que “el piso de mi casa es de baldosas” o que “los mosaicos del zaguán han ido perdiendo el color”. Indistintamente vivimos y caminamos sobre pisos tapizados. En Cuba, el común de los comunes conoce de baldosas y conoce de mosaicos. La producción de mosaicos decorativos revolucionó a mediados del siglo XIX cuando la industria desarrolló la técnica productiva de los mosaicos usando moldes para los diseños y prensas para solidificarlos. Las prensas manuales dieron paso a las prensas hidráulicas, y la fabricación de baldosas, mosaicos y losetas se desarrolló rápidamente. Para entonces, Cuba decoraba los pisos de sus casas con baldosas y losetas hidráulicas importadas de España mayoritariamente, pero también de Francia, Italia e incluso de Turquía. Cuando México se dotó de la novedosa técnica, muchos de los mosaicos comenzaron a importarse del país azteca. Pero no había finalizado el siglo XIX cuando Cuba introdujo la técnica. En 1886 comenzó la experimentación para fabricar las baldosas o losetas hidráulicas y ya durante la primera década del siglo XX, la industria manufacturera del mosaico estaba afianzada en La Habana. La capital contaba con cuatro grandes fábricas y una docena de pequeñas y medianas industrias. En el interior del país, pequeños propietarios elaboraban mosaicos y baldosas para colmar la demanda en las ciudades más importantes. Las familias solventes de Santa Clara no escaparon al arte de tapizar sus pisos, y desde que decidían importantes renovaciones de sus casas, el pedido de mosaicos no tardaba. Las casas que sufrieron transformaciones en el XIX, renovaron sus pisos, pisos que ya tienen más de cien años y que son aún hermosos. Estos mosaicos pueden apreciarse en muchas casas de las calles viejas del centro de la ciudad de Marta. Aunque también podemos encontrarlos en casas aisladas en barrios aledaños al centro, y también en la periferia de la ciudad. En lo adelante, y mientras me alcancen las baldosas y los mosaicos, iré tapizando los pisos de este blog con aquellas que han resistido mi paso, que me han visto vivir durante años, o que he descubierto en la ciudad del Bélico y en otros pueblos villaclareños…[los mosaicos y baldosas aparecerán en la página www.casanovacarlos.blogspot.com ] ©cAc
Imagen de la izquierda, detalles del piso de una sala en una casa de la calle Alemán, SC.
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Para una memoria villaclareña
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