Desvencijado y
ruinoso, el octogenario hotel santaclareño intenta rejuvenecer detrás de la metálica valla levantada en el perímetro de su fachada que colinda con el otrora
Ayuntamiento de la ciudad y del otro lado la desaparecida Cámara de Comercio
convertida después de un calamitoso rescate en Almacenes Parque. Falto de
tiempo durante mi última estancia en Santa Clara, decliné la invitación a
entrar en el Central sumergido en una obra gigantesca de su carpintería y de
sus viejos muros. Hoy lo siento, y de manera profunda porque la restauración de
su carpintería me interesaba sobremanera. Un especialista me ha dicho que los
trabajos de carpintería relevan de un gran profesionalismo, y habiendo conocido
al carpintero ebanista patrón de la obra restauradora, me permito corroborarlo.
Por ese lado el Central tendrá una terminación satisfactoria. La restauración
también avanza y los especialistas en devolver la riqueza de sus columnas, de
sus ornamentos, no cesan desde la mañana hasta el final de la tarde. Y
justamente, cuando pasaba por la acera del parque frente al hotel no me podía
impedir de apretar el obturador si la cámara la llevaba conmigo, o de sentarme
en un banco y ver el trabajo de raspadilla, de minucioso escarbe limpiando
grietas y fisuras en cuyo interior la herrumbre seguía ganando terreno faltas
de paliativos, para no decir abandono y descuido. Si la ciudad logra encender
las lámparas que una vez colgaron de los techos del hotel y abre sus puertas
para regocijo de todos, entonces el patrimonio urbano puede ufanarse de haber
ganado una larga batalla. Mirando al este, el Central y los inmuebles vecinos
gozan del sol naciente que impregna en sus fachadas desde el alba hasta primera
hora de la mañana la declinación de la luz proyectada desde el otro lado del
Capiro y bañando de luces y sombras enredadas entre los árboles del parque. Les
ofrezco la luz tempranera captada en horas tempranas de un enero santaclareño y
el afanoso trabajo de los especialistas para devolver brío y fuerza al
patrimonio arquitectural de la ciudad de Marta. ©cAc-2015
Para más infó
les propongo ir a estos enlaces, dos artículos inicialmente publicados en cAc
(I). Bonne lecture!
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