“El Amparo, Dispensario para niños pobres
instalado por la Sra. Doña Marta
Abreu de Estévez: fundado y dirigido por el Cuerpo-Médico-Farmacéutico de esta
Ciudad y sostenido por el I. Ayuntamiento y la Caridad pública. 1895” .
Si la fuerza ejecutora de Marta Abreu era como un
torbellino que protegía a los pobres de su ciudad, no puede olvidarse a una
figura que fue aliento y sostén en cada obra de Marta: el doctor Rafael Tristá,
virtuoso santaclareño que fue el alma del quehacer cotidiano del dispensario.
Tanto Marta como él tenían como divisa para su obra “todo por el desvalido”.
El dispensario se pierde en el recuerdo de las
personas más ancianas que he contactado y que hubieran podido contarme
historias desconocidas para mi. Desgraciadamente la memoria colectiva a veces
flaquea y se pierde en los meandros del olvido. Me gustaría saber si todavía
existe el mármol que recuerda al Dr.Tristá y su retrato, y que estaban
colocados en el zócalo del edificio. El dispensario desapareció, mucho antes de
lo que ustedes puedan pensar, en su lugar, se levanta hoy un edificio que
alberga a la empresa telefónica, conocida como ETECSA (Empresa Telefónica de
Cuba S. A.).©cAc-2008
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