Cuatro años más tarde,
en febrero del 2013, cuán grande fue mi sorpresa, al descubrir la estrella de
David sobre el frontispicio de la Sinagoga de Santa Clara, sita en la calle 1ra
de la Vigía, entre la carretera Central y la calle A. Me acerqué a la puerta, y
saludé al señor David Tatcher, y me presenté recordándole nuestro encuentro en
el año 2000. No se recordaba o quizás no quería recordar nuestro encuentro, en
el cual le manifesté mi interés por la historia de los judíos de Santa Clara,
en el más simple interés como historiador. Y me dije en balbuceo, al retomar la
calle 1ra para adentrarme en el barrio de la Vigía, los cubanos se reconocen
por la memoria corta, o bien, entre cubanos somos una cosa, con los extranjeros
somos otra, y aunque mi labor investigativa la llevo en Francia, soy cubano,
ajeno a la comunidad, y sabe Dios, para qué quiere conocer tanto este cubano.
No obstante, gracias David Tatcher, por su tenacidad al frente de “Or-Jadash”
de Santa Clara, y que la comunidad se amplíe y abrace a todos los que apoyamos
la promesa judaica de recordar siempre y entonar melodías que sumen seis
millones. ©cAc-2015
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