Esquina noroeste. La edificación que
existió en este ángulo noroeste del cruce, nos lleva a pensar que desde su
parcelación, el objetivo fue comercial, y que la parcela estaba dividida en
dos, quizás tres lotes, con fachada principal por San Miguel. Los tres lotes
tenían el mismo ancho que el largo de la pared lateral por Cuba. Por San Miguel
colindaba con una vivienda y por Cuba, colindaba con el antiguo colegio de las
Teresianas, hoy una escuela secundaria. Esta esquina, siguiendo la tradición
comercial de la época colonial y su continuación en el período republicano, fue
una bodega, y no cualquier bodega, sino la gran bodega de Aneiros, un apellido
gallego enraizado en la ciudad de Marta. El bodeguero Aneiros vio intervenido
su comercio, y no puedo afirmar que siguiera siendo una bodega, porque cuando
descubrí la esquina, ya estaba en su lugar la panadería La Paloma, y que estuvo
haciendo panes, y asando lechones para fiestas navideñas familiares hasta el
2015. En el 2009, se derrumbó buena parte de la secundaria (calle Cuba). Una
vez finalizados los trabajos de rescate del otrora colegio religioso (2016),
comenzó el proceso de demolición del inmueble de la panadería. Un proceso que
comenzó por el desconchado de los muros, lo cual nos permitió conocer que el
inmueble por la calle Cuba, tuvo originalmente seis grandes puertas. Estas
puertas seguramente pertenecían a la bodega de Aneiros. Hubo una etapa de
demolición, robo de materiales que pertenecían a la estructura medio abandonada
medio demolida, sorpresa de los vecinos, de los pasantes habituales, e
incertidumbre por el futuro de esa esquina de un valor suelo innegable. El lote
más al oeste, que colinda con una construcción doméstica, ahora sede de una
empresa denominada Quimep, fue el primero en ser construido, un inmueble de
tres plantas, que abriga dos viviendas, ambas inscritas como hostales que
arriendan en divisas al decir del logo en azul (El Bunker de Oro y Villa
Cristal). La segunda vivienda en el 2017 todavía estaba en construcción, si
apreciamos que la fachada no había sido repellada y la foto tomada este año
2020 la muestra terminada, pero no se aprecia el cartel que colgaba sobre la
puerta anunciando Hostal Perla Centro en diciembre del 2019. La esquina de
marras, aquella que todavía conservaba la carpintería de su techo y la cubierta
de tejas hasta más o menos el 2015, está a medio terminar en este 2020, y como
las otras nuevas construcciones, distorsionan completamente el paisaje urbano
de la ciudad. Ni bodega, ni panadería, una murió, la otra se fue volando. ©cAc-2020
…un paseo en el tiempo, una mirada atrás para recordar calles y muros con sus tristezas y alegrías, los inicios polvorientos, la hora de los adoquines, del desorden, de las ingratitudes y de las esperanzas que se forjan escudriñando el viaje lento de una hoja flotando en las aguas del Bélico…
martes, 20 de octubre de 2020
La Bodega de Aneiros y la panadería La Paloma
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Como siempre logras que uno se quede en la lectura, atrapado en esa aventura del tiempo.
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