Querer llegar al fondo de un pozo es
siempre difícil y por muchas razones, Santa Clara se convierte en un profundo
pozo a la hora de buscar información. La esquina de Cuba y San Miguel, es uno
de los fondos de pozo de acceso difícil. Me han empujado a desenpolvar fotos
recientes, y como escribir sobre la ciudad de Marta, me llena de satisfacción,
huérfano de documentación, echo a volar mi imaginación para tratar de imbricar
historia conocida, la historia contada por antiguos ocupantes y la historia que
nadie me ha contado.
Las cuatro esquinas fueron edificadas
en la misma época, con cierta similitud
en el tamaño de las parcelas, la solidez de los muros de las fachadas, la
cubierta de los techos, la carpintería y el diseño de los aleros. De hecho,
cuatro esquinas con la misma tipología arquitectónica, que globalmente
permitían considerarse como armónicas, y que si bien eran de escaso valor
arquitectónico, podrían haberse tenido en cuenta por el valor urbanístico. Les
propongo, en un próximo post, ver detalles de cada esquina, cardinalmente,
dando la espalda al sur, o sea, mirando hacia el norte, al parque Vidal. ©cAc-2020
Gran trabajo, Carlos. Lo haces interesante hasta para quienes no somos de Santa Clara y quizá ni hayamos pasado por esa esquina. Porque en el fondo pienso que va de otra cosa. A mí se me ocurre pensar que hablas todo el rato del tiempo. Y de lo que los seres humanos hacemos (o no) con él. Y seguramente de otras cosas. También de la esquina, por supuesto.
ResponderEliminarAbel, el tiempo está conectado con todos aquellos que alguna vez, pasaron, vivieron, o que todavía viven en el tiempo inmemorable de esa esquina, o de otras; el tiempo se humaniza con lo hecho por todos los que participan tanto en la construcción como en la destrucción, es tiempo invertido, con felicidades, amarguras y cobardías… Va de muchas cosas, límpidas, y también sucias, y lo descubrirás al final de la serie!
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