La calle
Maceo que nació como San Francisco Javier en los años que siguieron a la
fundación de Santa Clara, todavía muestra fachadas coloniales de la época en
que la teja y la mampostería sustituyó la tabla y el guano. Algunas de esas
casas se aferran a mantenerse en pie a pesar del tiempo y los destiempos. Ésta
que les presento, y que ahora es sede de una institución cultural, está en
Maceo. Espaciosa calle colonial a la que se me ocurrió la idea de entrar y
pedir que me dejaran tomar algunas fotos. Tuve que convencer a la responsable
para que me lo permitiera, siempre que le hiciera saber qué cosa iba a fotografiar antes de apretar el
obturador. De aquella tarde soleada del 2005 quedaron estas fotos interiores de
lo que debe haber sido una espléndida casa construida a principios del XIX, y
que como muchas casas de la ciudad fueron renovando sus interiores a medida que
las familias crecían o iban exigiendo otro confort habitacional. La casa en
cuestión, tiene un patio que no llega a ser sevillano, entre las dos alas que
conforman el inmueble, patio al que se accede desde la saleta, protegida por
puertas-ventanas que cerradas permiten la ventilación, y coronadas por un
conjunto de vitrales rectangulares
también llamados lucetas, que envolvían la pieza en una penumbra de
claros azules, blancos y violetas dejando pasar la luz exterior. El patio
central, que muere donde comienza el « otro » patio de la casa, no es
común en las viviendas santaclareñas. ©cAc-2009
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