
Digo esto porque, la valla que levantaron para proteger la obra en cuestión, no estimulaba a pasar por aquella esquina, y no propiamente la valla, sino los embarres negros que la afeaban. Felizmente, la esquina acaba de sacudirse de su valla y da un aspecto más limpio del sitio. Esto no quiere decir que la restauración de la fachada haya sido terminada, pues aún quedan muchos detalles que a simple vista pueden apreciarse. La cerca quitada, y abiertas la circulación vial y de peatones en ese tramo y esquinas, todo parece indicar que el término de la obra va tocando a su fin. Para aquellos que no han visto el área desvestida, les dejo algunas imágenes…©cAc
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