Ramón L. Bonachea (Sta Clara 1845 – Santiago de Cuba
1885)
Santa Clara cuenta entre sus monumentos,
aquel que fuera erigido a la memoria de Ramón Leocadio Bonachea, hijo de la
villa e incansable patriota por la independencia. No pretendo utilizar la
página para escribir su biografía, sin embargo, no sería justo hablar del
monumento en cuestión, si no nos detenemos en algunos pasajes que hicieron
remarcable a este hombre, que no cejó en sus empeños libertarios. Fue de los
primeros en incorporarse al Ejército Libertador en 1868, con sólo 23 años. Al
término de la guerra de los Diez Años, el coronel mambí no capituló y se opuso
al pacto firmado en el Zanjón, en 1878. Ascendido a general, continuó
guerreando con sus hombres hasta que las fuerzas lo acompañaron. Bonachea es el
principal firmante de la Protesta de Jarao, que fue su oposición pública a la
paz del Zanjón. Su protesta la llevó a cabo en Jarao, una localidad espirituana
de la región central. Marchó al exilio para seguir trabajando por la
independencia, y una vez organizado con hombres y armas, regresa a la Isla y
desembarca por el sur oriental, viniendo desde Jamaica. Los expedicionarios
fueron apresados al desembarcar, y el general Bonachea fue pasado por las armas
en marzo de 1885 en el fuerte militar del castillo del Morro santiaguero.
El monumento al patriota villaclareño es obra
del escultor I. Córdova, a iniciativa del doctor Alfredo Barrero, venerable
maestro de la Logia Progreso, que tuvo a su cargo el patronato de la obra. A
partir de 1949, la Comisión “In Memoriam Eduardo Machado Gómez” tuvo a su cargo
impulsar la contribución para sufragar los gastos del monumento erigido al
insignie patriota, a través de bonos por la suma de cincuenta centavos, uno y
cinco pesos. Cabe recordar que el Grupo de los Mil, habituado a
invertir en obras de la ciudad, también participó en el sufragio del monumento.
El monumento, como está inscrito en la tarja
situada en el pedestal, quedó develado en diciembre de 1952.
El busto del guerrero, esculpido en bronce,
mira al oriente y reposa sobre un pedestal compuesto por cinco cantos de piedra
de talla, en el cual fue colocada la placa alusiva al patriota, también
realizada en bronce. A la izquierda del pedestal, y a su misma altura, el
artista encargado de la obra esculpió una figura femenina en alusión a la
Libertad, a la vida, que le fue truncada al hombre, patriota y mártir. La figura,
cuya mano derecha sostiene el escudo de la ciudad, y la izquierda ofrece flores
u hojas alusivas a la paz o a la entereza, puede interpretarse como su patria
chica que fue Santa Clara. La pieza esculpida y el pedestal reposan sobre un
basamento de tres niveles.
La pieza monumental está situada en el
extremo más ancho del cuchillo que forman las calles Virtudes (Carlos A.
Pichardo) y Prolongación de Independencia, y que corta en dos la calle
Independencia, un sector urbano que se formó a lo largo de las etapas tercera y
cuarta de la evolución urbana de Santa Clara. Originalmente, el monumento fue
concebido con una cerca de hierro forjado. Por la solidez de su construcción, no es un
monumento que sufre deterioro, pero si abandono del sitio en que se levanta. El
área tiene aspecto de terreno yermo, en lugar de césped verde, hierba seca,
cortada a ras del suelo, y que los muchachos que viven en los alrededores
utilizan como terreno de juego. Dos lámparas están incorporadas, una delante a
la derecha y otra detrás a la izquierda, así como un tubo con su base a manera
de porta bandera. Observando una foto del 2005 y otra del 2009, se aprecia que
los dos faroles fueron cambiados, y que el tubo de sostén así como la base,
fueron pintadas. Mi observación va dirigida a la pintura utilizada en ambos
momentos de mantención, que si bien son una protección contra el tiempo y la
corrosión, decididamente son obra de la poca reflexión en el trabajo de
conservación, pues tanto el verde usado en los tubos en el 2005 como el azul
cielo usado más tarde en las bases, son colores demasiado poco compatibles
en un área falta de atención. El mambí villaclareño merece un entorno a la
altura de su patriotismo, como igual merece que una calle de la ciudad sea
bautizada con su nombre[1].
[1]
Comenzando la República, a proposición de concejales, alcaldes y fuerzas vivas
de la sociedad, fueron rebautizadas muchas calles de Santa Clara. La calle
conocida como Paradero, en las inmediaciones de la estación de ferrocarriles,
fue rebautizada con el nombre del patriota Ramón Leocadio Bonachea. La calle
con uno u otro nombre no es conocida por las nuevas generaciones de
santaclareños. ©cAc-2019
Esta crónica que pretende dar luz a un monumento y a
un patriota, fue publicada en este mismo blog en febrero del 2010, utilizando
soportes visuales de archivos de colección, y fotos tomadas en 2005 y 2009, por
su autor©cAc
Carlos,
ResponderEliminarHace siglos no hablamos, espero estes bien. Me gusta mucho aun tu blog, ya sabrás que para muchos cubanos del centro de la isla se a convertido en punto de referencia para el estudio de la región. Eso dicho, porque tanta marca de agua y cartel, texto encima de las fotos? Se ve realmente feo y poco profesional. No tengas miedo la gente tome fotos del blog, debería darte orgullo. MUchos detalles de la arquitectura en la foto del 1955 están obscurecidos con tanto letrero baked-in the image.
No lo tomes a mal, es una critica constructiva. Saludos, Wilder