…desconocido para mucha gente, pero no
tanto para los residentes a su alrededor que se regalan una pausa cuando el sol
comienza a bajar durante las tardes calurosas. Digo parque, y se me antoja, más
bien una corta alameda y no un parque, si consideramos que tiene una planta
longitudinal y no el tradicional cuadrilátero al que estamos acostumbrados.
Había yo reparado en él desde la década del 70’ cuando siendo alumno de la
vocacional me escapaba de la escuela, entonces, el sitio sombreado era también
una pausa. Siempre me llamó la atención su ubicación en la curva de la
carretera y bordeando a ésta. Nunca antes se me ocurrió preguntar por los
orígenes del « parque » hasta que un día, mirando una tarjeta con un
sitio « desconocido » para mí, -entre otras tarjetas postales de
época, le pregunté a mi padre si conocía el lugar y me dijo, « en la curva
frente al « parque » lo que hubo fue una escuela. El resto de lo que
aprendí con él, seré yo quien se los comente.
En esos grises años del 70’ y luego a
inicios de la convulsionada década del 80’, el « parque » era un
espacio abandonado que revelaba trazas de un pasado que ya cumplía medio siglo,
quizás por las farolas típicas de los primeros años republicanos, de las que
solo quedaban algunos soportes o los bancos que todavía resistían…, incluso las
casonas campestres de la primera mitad del siglo XX, diseminadas por los
alrededores, y del otro lado de la carretera, la escuela de marras, de la cual
me comentó mi padre, una tarde noche estival del 2007.
En el 2009, estando de visita cerca de
allí, me di un salto y descubrí el sitio completamente reordenado. Los
ejecutores del rescate mantuvieron su estructura tipo paseo central y los
árboles a uno y otro lado del mismo, que dan una sensación de túnel umbroso. El
mobiliario, renovado, bancos y farolas. Una docena de bancos con un design más
atrevido que moderno, fabricados en granito y las luminarias, mucho más
presentables que las que comúnmente incorporan en los “parquecitos” esquinados
de la ciudad del Bélico (y a dónde fueron a parar las seis lámparas originales
compradas a Italia, para ese pequeño parque en un área cuasi rural, y en esa
década del veinte, bastante distante de la ciudad ?). En mi opinión, el
rescate fue de admirar, pero faltó un poco de acabado en el trabajo de pavimentación
de la explanada. No obstante me alegró mucho ver ese viejo espacio público
desconocido para muchos, renovado.
Se preguntarán, bueno, y de qué
“parque” se trata? Les diré que el sitio está ubicado en el sector peri-urbano
de Santa Clara, en la carretera de
Camajuaní, a la altura del kilómetro 4, aproximadamente, en lo que fue un
germen de urbanización temprana fuera de la trama tradicional. El Reparto Moro,
un kilómetro antes, se gestó en los años 40. Le sigue, en dirección a la
universidad, El Gigante, a escasos 300 metros, un caserío devenido barrio
rural, que comienza a ensanchar su trama a inicios del 80’. En esa época,
frente al parque, del otro lado de la carretera (y precisamente en los predios
donde antaño existió la Granja-Escuela Juan Bautista Jiménez[1]),
una empresa de la construcción (la ECOA 5 o algo por el estilo?) comenzó a
levantar su sede administrativa, y que nunca terminara. Los años pasaron, creo
que la empresa no existe en la actualidad, y el conjunto de edificios fue
rediseñado como edificio de apartamentos. Se construyeron módulos de viviendas
y todo parece indicar que el reordenamiento del parque cobró vida con la
reurbanización de la zona. A mi parecer, una reurbanización incompleta, pues no
existen todas las infraestructuras necesarias.
Pero volvamos al parque. No sé cómo se llama en la actualidad, y las viejas tarjetas en blanco y negro que me motivaron escribir estas líneas, tienden a confundir, pero estoy convencido que se trata del mismo parque que les presento renovado. Las luminarias, un soporte de hierro fundido con obrajes, una bomba coronando el soporte y dos bombas invertidas sujetas a dos brazos, eran muy parecidas a las usadas durante el reordenamiento urbano de Santa Clara en la década del 1920, durante el gobierno provincial de Roberto Méndez Peñate. Cerca del parque, la casona del doctor Rosell (Interior de casa II en santaclarabycac.blogspot.com ), contiguo a la casa, un restaurant familiar, el Picking-chicken (hoy día creo que ha cambiado de nombre) y frente al restaurant, la que fuera escuela de natación “Héctor Ruíz”, anteriormente un pensionado para niños en los años 50’. A ambos lados de la carretera, la parada de la ruta 3 (Terminal-Universidad), que se acompañaría más tarde de otras rutas: la 15, que entraba a la Textilera, como la 7 que fue prolongada hasta allí, y la 28 (Parque-Camilitos).
Ya se ubican dónde está el parque? Lo reconocen o nunca habían reparado en su existencia? ©cAc-2019
[1]
La Granja-Escuela, que era una granja agrícola, data de 1925, año en que
terminaba el mandato presidencial de Alfredo Zayas y Alfonso, y comenzaba la
presidencia de Gerardo Machado y Morales. Carezco de información al respecto,
pero tengo la certeza que hizo parte del programa electoral de Machado cuya
divisa fue « Agua, Caminos y Escuelas ».
Esta crónica –ahora revisitada- fue publicada
anteriormente con el título Otro parque desconocido…, en este mismo blog, en
junio del 2011, utilizando
soportes visuales de archivos de colección, y fotos tomadas por su autor©cAc
No hay comentarios:
Publicar un comentario